jueves, 9 de junio de 2011

De vuelta al Mar

Tras meses de permanencia en el río Alma de viento vuelve a sentir el gusto del agua salada en su quilla.A la tripulación también nos sienta bien el cambio de aires y sentir esa brisa más fresca en la piel.
Descendemos el río y ponemos rumbo a la Isla de Culatra,frente a las poblaciones portuguesas de Faro y Olhao.
Nos impulsa una suave brisa que nos permite navegar en un cómodo través.A la tripulación se ha agregado nuestro amigo Paco,quien disfruta llevando el timón y colaborando en las maniobras.




Llegamos a la entrada de las lagunas de marea que se forman entre las varias islas y la costa formando el conjunto del Parque natural de la Ría de Formosa.Lugar ideal de fondeo y baño en el verano;avisados de lo popular que es este lugar entre navegantes vacacionales queríamos conocerlo en esta época más tranquila.Es ésta una zona de gran riqueza natural,abundan los crustáceos,moluscos y demás bichos marinos,atrayendo a forasteros y locales que con cada bajamar recorren las larguísimas playas recogiendo todo tipo de criaturas que terminan en la cazuela.Nosotros tan contentos con un par de caracolas y conchas para uso ornamental.También disfrutan del festín multitud de aves,destacando una numerosa comunidad de cigüeñas,que debido al aumento de las temperaturas han perdido sus hábitos nómadas y permanecen aquí todo el año coronando con sus nidos los campanarios de Faro y Olhao.


La entrada a la ría por el Cabo de Santa María puede ser movidita con marea en contra y quizás peligrosa en condiciones adversas de viento y mar.Esta bien balizada con boyas y definida por diques.Nosotros la atravesamos con el final de la marea saliente y se formaba una ola curiosa que disfrutamos surfeando gracias a la estabilidad que nos dan esas doce toneladas de barco.


 Una vez dentro : calma total y una agradable visión de las pequeñas y sencillas poblaciones de Farol y Culatra y las despobladas playas y bancos de arena que se extiende más allá de donde la vista alcanza.


 Hay multitud de opciones para fondear,especialmente en esta época en que aún hay pocos barcos.Hay incluso una laguna accesible sólo en marea alta y que con la baja queda parcialmente seca, que recibe el sobrenombre de "cementerio de catamaranes",por haber muchos de éstos,así como de barcos de quilla de pantoque (doble y triple quilla) que aquí residen desde hace años.Algunos de sus habitantes incluso han construido pequeñas estructuras (más o menos artísticas)en las orillas para vivir o trabajar.


Dos canales principales permiten en marea alta y teniendo poco calado llegar con el barco hasta las ciudades de Faro y Olhao,ambas con puerto deportivo,tenemos entendido que la visita al casco antiguo de estas ciudades merece la pena,queda para otra vez que vayamos con más tiempo...
Disfrutamos de un par de días de tranquilidad recorriendo la laguna y paseando por sus playas.Qué gusto una aldea sin coches y sin asfaltar,cómo cambia el ritmo!


 Y cuando nos disponemos a poner rumbo a mar abierto,en un despiste quedamos varados,lo que obliga al capitán Tomás y marinero Paco a darse un refrescante baño de pretemporada para echar anclas con intención de hacer ciabogar el barco y así liberar la quilla varada en la arena.Tras varios intentos y bufidos quedamos sueltos y algo más frescos y atentos a los bancos de arena volvemos a arumbar al canal de salida.
De regreso el viento nos es menos favorable,avanzamos lentamente y finalmente tenemos que ayudarnos de motor para cubrir las últimas millas.
Ya en Sanlucar marinero Paco desembarca y nosotros volvemos a la "rutina guadianil".

1 comentario:

  1. ¡Qué maravilla de viaje!, al ver si el próximo podemos hacerlo con vosotros y visitamos el casco antigüo de esas dos ciudades...

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