Al igual que Tomás Moro tenía su isla, nosotros tenemos otra construida en madera, vivimos con lo justo en cuanto a lo material pero derrochando de lo no tangible, tenemos energía limpia y barata, reducimos y controlamos los recursos, a bordo no existen los medios de comunicación habituales como radio, televisión o prensa, este ultimo consideramos que es una gran ofensa hacia nuestros queridos y preciados árboles y si algún periodicucho llega a bordo, en nuestro afán de reutilización lo usamos para trabajos sucios.
Los habitantes de esta isla sabemos que no es perfecta, pero trabajamos continuamente para mejorarla, decidimos democráticamente a dónde ir y qué hacer, siempre intentando conseguir el máximo de información veraz y variada tanto de la derrota a seguir como del lugar de recalada,pues es requisito muy importante para la seguridad de cualquier barco y requisito también indispensable en un sistema democrático real. Aquí creemos que los medios de comunicación habituales y dirigidos a la gran masa están censurados de distintas maneras, pues sus "dueños" (expertos en amasar fortunas) no van a permitir que estos vayan en contra de sus mezquinos intereses. Esto es algo obvio y que todos sabemos, pero aun así se siguen consumiendo los "correveydiles" a disposición de los multimillonarios de turno, valiéndose de esta herramienta para repetir y repetir y de este modo crear "verdades", moldear las conciencias de la masa, publicitar sus corporaciones carentes de toda humanidad y sensibilidad, ocultar sus trapicheos con otros multimillonarios, manejar a la clase política, camuflar noticias relevantes dándonos carnaza para engullir y distraernos de su gran estafa publica, etc... Como contraposición tenemos a nuestra disposición periodismo de investigación y ético, es minoritario pero gracias a Internet podemos acceder a él con gran facilidad y de forma gratuita, sólo tienes que querer estar informado.
En el "alma de viento" sentimos este día con gran alegria y de apoyo a las gentes que se manifiestan en las plazas de las ciudades españolas, gentes hartas de mentiras, pidiendo justicia y democracia, dejando claro que el hecho de echar un papel en la urna cada cuatro años no es significado de vivir en un país democrático y libre. La democracia y la libertad tienen que ser trabajadas continuamente y no son posibles con mentes dormidas o narcotizadas. La historia debería de enseñar más a un país que tanto ha sufrido por las imposiciones y las divisiones de sus habitantes.
Utopía es posible si queremos ser mas humanos.
Hola Chicos... cuanta razón tienes Tomás. Estos días un viento freco está entrando por las plazas de España y huele a ilusión. Los indignados estamos diciendo que esto tiene que cambiar, que queremos participar en nuestro destino y no dejarlo en manos de nadie.
ResponderEliminarSaludos desde Granada
Un abrazo Teresa y josemaría